Habitualmente, la Iglesia gestiona sus conflictos desde el silencio, pero la concatenación de acontecimientos sucedidos ha disparado si no todas, muchas de las alarmas que vienen a desnudar la fragilidad de un ente cuestionado. Bastante cuestionado.
Un Vicario que abandona los votos para casarse con una feligresa y, su vida que se eleva (la elevan) a la categoría de carnaza... ¿no es el amor el principal Mandamiento?. Un cura vetado para ejercer su Ministerio con expediente canónico aparejado,tras las denuncias de abusos a un menor rumano y, la muerte de otro, en los que parece asomarse el sexo y algo más...
A mi entender lo más desafortunado de todo es la cita bíblica* elegida para rematar un comunicado, pues donde hay delitos de strupo y una muerte, nada bueno se esconde...
*para los que aman a Dios, todo lo que sucede, sucede para bien.
2 comentarios:
Igual no comprendo del todo tu entrada, estimado hermano Manuel, pero no se porque mezclas, la bella circunstancia de D Manuel con las otras dos, salvo que acaso las cites al estar próximas en el tiempo.
Espero, si tienes a bien, me lo expliques.
Un abrazo cofrade
http://soycofrade.blogspot.com/2010/10/las-afueras-de-dios-enternecedora.html
Saludos:
Como bien comentas, el caso de D. Manuel es una bella historia de amor,nada criticable por mi parte.
La referencia en la entrada viene únicamente reseñada como explico, por la sucesión de noticias originadas desde dentro de la misma Iglesia, atípicas.
Es curioso que, parte de la prensa más canalla cofrade, elevó a categoría de primicia unos, y a escándalo otros, aprovechado la la suciedad de sus escondrijos en alguna red, para vilipendiar esta unión y cuestionar la honorabilidad y el paso del ejercicio Ministerial del Ex Vicario (tardó Palacio en salir a atajar los rumores del cura del Porvenir) y, ahora, en éstos dos últimos asuntos, y de manera más particular el del asesinato del sacerdote, la pasen de puntillas u omitan.
Manolo
Publicar un comentario