El siete de mayo, un buen amigo me dijo:
A mi me duele.
El Dalai Lama dejó escrito:
La amistad se tiene a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de mutua sinceridad.
La amistad se tiene a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de mutua sinceridad.
Voy a eliminar las fotos.
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De ipso facto se solventó la cuestión. Basta con un golpe de ratón para eliminar. Sin más pretensiones.
No hubo reparo alguno en dar explicaciones, y poder ver a través de sus ojos. Convenciera o no, el simple argumento de su dolor es más que suficiente para corregir, sin cuestionar si por mi parte fue un error, un atrevimiento o cualquier etiqueta que la cuestión ofertara. No es un paso atrás, es algo tan humilde de poner en práctica como el respeto.
Si por esa cuestión alguien más se sintió afectado, ruego sepa disculparme.
El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.
Es público y notorio que el dolor pudo traspasar el umbral del sentimiento de otras muchas más personas, de las que no debo dudar de su buena fe. Sin necesidad de llegar a extremos. Para vosotros,de nuevo mis disculpas.
Madre Teresa de Calcuta dejó escrito:
El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.
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