Desde La Cava

Quiero hoy, sin que sirva de precedente, y con la venia de su morador , trasladar mi Humilladero, hasta un rincón de esa Triana de la verdad, que tantas veces defendió el estimado Bloguero y a la que nos asomamos con la desolación de ver cerradas sus puertas. Sine die, sin retorno.

Mantener un espacio en la red, se antoja un compromiso unipersonal, que cruza por los senderos de los estados de ánimo, de fuerzas, de ganas, de ilusión. Las musas, o la creatividad, juegan primordial papel, para aquellos que componen sus relatos, dibujan y captan los encantos, o componen los sonidos.

Ahora sabemos que hay más. El jartazgo, la lucha sin cuartel, y consentida desde los grandes aparatos mediáticos cofradieros, los mangazos, la falta de moral y ética, llevan a la desazón, al hasta aquí hemos llegado. Y no le falta razón.

Perdemos el encanto y la gracia, la naturalidad y la frescura de quien ha vivido y mamado la ciudad y la Semana Santa desde su barrio teñido de raso morado.

Nos quedamos sin las décimas, romances, sonetos.... de los encantos ocultos y narrados de las fuerzas vivas de la devoción, de sus Dolorosas y Nazarenos, de los verdaderos Misterios de la Fe, a su sevillano entender, y su gracia, cosa seria ésta, y de hondo calado.

Conservamos lo mucho y bueno que nos distes, el regalo del Nuevo Azahar, y aguardamos los paseos, pa echá pabajo el asúca, que derivarán sin solución de continuidad en agradables ratos de tertulia.

Morris West escribió:

La libertad más difícil de conservar, es la de equivocarse.

Cuan equivocado estuvimos, y que fácil fue solucionarlo.

Mis respetos y consideración Diego...