Ayer a la mañana y bien temprano, pude disfrutar del encuentro cercano y silente con el soberbio crucificado de Buiza para la Hdad. de san Benito. El nuevo retablo, la capilla con su azulejos y, la soberbia imagen del Cristo, bien merece la pena de una pausa en nuestros quehaceres diarios.
Al Callejonero...
Y a mi Ángel de la Guarda.
1 comentario:
Ir bien cerca de su paso un Martes Santo forma parte de esa Semana Santa que escapa a la multitud.
Gracias
Antonio
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