Es una vergüenza, lo sabéis y, ¿lo consentís?...

Pensaba que no. Quería creer que no. Aposté a que no. Pero no dejo de reconocer que en el fondo me lo temía. Hubo prólogo y se ha escrito epitafio con un nuevo caso de gatopardismo.
No le debemos nada a nadie. Absolutamente nada y menos aún, como para que la desfachatez, la desvergüenza, la tiranía, el abuso y la falta de confianza, se antepongan a las más elementales normas de respeto.Respeto a todo y todos. Otro momento lampedusiano, tras escuchar  no se cuantas veces algo que de ser mentira tantas veces, aparenta ser verdad:  a partir de ahora...
"Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi"



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