A los sones de Quinta Angustia, la Srta. de Triana abandonaba la Magdalena tras refugio por la lluvia. Minutos antes, lo hizo la portentosa talla de Ruiz Gijón, en un traslado tele dirigido de algo novedoso que irrumpía con fuerza en el orbe cofrade. El Cecop limitaba el tiempo en el que la corporación trianera tenía que dejar libre el Paseo Colón y adentrarse en el Puente de Isabel II.
El objetivo Viguera estuvo allí.
Llévate las entradas. Tweet
Marzo de plata
-
Hoy se tiñe de morado una esquina de la ciudad, la que traza en las calles
de la infancia el kilómetro cero de los días de reencuentro con la propia
verdad...
Hace 7 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario