Mientras la canalla voraz de los medios lilas se afanaba en sacarle punta gráfica al suceso, Ángel obvió por un momento su problemas de salud,el costo que supone su equipo gráfico y se dispuso a preservar a nuestra madre del Dulce Nombre. Justo es de reconocer tal y cómo la historia hizo con el polvero del Zurraque entre otros, que allí, en san Lorenzo, el Ángel de la Guarda, se apareció al Dulce Nombre de María.
Reproducimos -con permiso de autor- su público manifiesto.
Hoy es de los días que más le avergüenza a uno ser aficionado a la fotografía.
Hoy he vivido en primera persona como a las 18.45 se producía un incendio en la Capilla del Dulce Nombre, en un segundo se ha transformado todo en un atmosfera de humo negro, buscando con un miembro de la junta de donde provenía el humo, encontramos a oscuras un madero que estaba ardiendo dentro de las dependencias de la capilla, lo apago este hombre poniendo su vida en peligro en la total oscuridad, no por las llamas…por la cantidad de humo toxico que estaba respirando. Quien os escribe entraba y le suministraba extintores, cuatro gastamos en total, la Virgen se encontraba a menos de dos metros del incendio… el caos fue inminente, pero gracias a Dios y a la valentía de este miembro de la Junta la cosa no fue a más.
Lo indignante no es lo sucedido, es que de todos los que estábamos allí fotografiando nadie exceptuando quien os escribe ayudo en nada, solo a fotografiar el morbo de lo que estaba ocurriendo.
He llegado ahora de estar algo más de una hora con oxigeno, un objetivo de más de 1.400€ con las bayonetas partidas del golpe de la cámara al dejarla corriendo apoyada sobre el manto de la Virgen… no me lo pensé dos veces… Dios mío la Virgen del Dulce Nombre no se quema mientras yo pueda.
Estas líneas no las quiero utilizar para dar una sensación de valentía, Dios me libre… las quiero utilizar para los que amamos a nuestras imágenes, sabemos lo que representan y el fervor que todo un pueblo les procesa las tenemos que proteger ante cualquier adversidad y no quedarnos mirando y fotografiando un momento que podrá tener valor documental, pero que moralmente deja mucho que desear.
Algunos se sentirán orgullosos de tener esas instantáneas, pero yo con mi asma crónico, el equipo jodido y la ropa que esta para verla, dormiré lo más a gusto del mundo en poder haber aportado un granito de arena para que Nuestra Madre del Dulce Nombre siga dando fe a todos sus devotos.
Ángel Rodríguez.
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2 comentarios:
Un abrazo fuerte y mi admiración al amigo Angel por su comportamiento... Igualmente para ti, Lolo, por tu reconocimiento a el anónimo hecho de nuestro común amigo...
Era causa justa que, como hermano de la Bofetá y en reconocimiento al amigo diese cobertura.
Un abrazo y gracias José María.
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