contadores
Ayer no era Curesma
Pero como si lo fuera, ya que éstas curiosas imágenes nos hicieron retroceder en el calendario.
Efectivamente, las fotos que ven en éste rincón de El Humilladero son del paso palio de la Virgen del Rosario de san Pablo. Ayer, mientras el bullicio, gentío, la jarana y fiesta, se juntaban con los rebujitos, cervezas y pescaíto en la velá de San Pablo, el equipo de costaleros y capataces que comanda Ángel Rodriguez,se pertrechaban de fajas, costales, y zapatillas, para meterse bajo las trabajaderas que llevaron a la Catedral a la Madre del Cautivo. Y es que la Hermandad no para.Las inquietudes y necesidades de los dirigentes de la cofradía del barrio de san Pablo, les habían llevado a preparar pese a las calendas, la tórrida noche que ayer sacudía vilentamente los termómetros al alza, una prueba , a fin de comprobar una serie de cuestiones técnicas, en la nueva parihuela que recientemente estrenamos. Esto que les narro, que no es noticia, sino admiración por el esfuerzo y sacrificio, la voluntariedad, y el interés de mejorar siempre, quisiera sirviese de reconocimiento por el abnegado trabajo de todos los que ayer renunciaron a muchas cosas, para estar allí, al pie del cañón, cumpliendo con la Hermandad. Y es que de pequeños detalles, como el de la calurosa noche de ayer, se hace grande la historia de la Hermandad.
Efectivamente, las fotos que ven en éste rincón de El Humilladero son del paso palio de la Virgen del Rosario de san Pablo. Ayer, mientras el bullicio, gentío, la jarana y fiesta, se juntaban con los rebujitos, cervezas y pescaíto en la velá de San Pablo, el equipo de costaleros y capataces que comanda Ángel Rodriguez,se pertrechaban de fajas, costales, y zapatillas, para meterse bajo las trabajaderas que llevaron a la Catedral a la Madre del Cautivo. Y es que la Hermandad no para.Las inquietudes y necesidades de los dirigentes de la cofradía del barrio de san Pablo, les habían llevado a preparar pese a las calendas, la tórrida noche que ayer sacudía vilentamente los termómetros al alza, una prueba , a fin de comprobar una serie de cuestiones técnicas, en la nueva parihuela que recientemente estrenamos. Esto que les narro, que no es noticia, sino admiración por el esfuerzo y sacrificio, la voluntariedad, y el interés de mejorar siempre, quisiera sirviese de reconocimiento por el abnegado trabajo de todos los que ayer renunciaron a muchas cosas, para estar allí, al pie del cañón, cumpliendo con la Hermandad. Y es que de pequeños detalles, como el de la calurosa noche de ayer, se hace grande la historia de la Hermandad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario