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Carmen y Polígono de San Pablo, paso franco a la Catedral
18 enero de 2007Por FERNANDO CARRASCO ABC de Sevilla edición digital 18

Las cábalas sobre la incorporación de las hermandades del Carmen Doloroso y el Cautivo del Polígono de San Pablo a la nómina de la Semana Santa no han hecho más que comenzar.Pero el Consejo de Cofradías no ha dado este importante paso sin tener las espaldas cubiertas en cuanto a la ubicación de dichas corporaciones.La junta superior viene trabajando desde el pasado año en estas incorporaciones, por lo que la ubicación en Lunes Santo, caso del Polígono de San Pablo, y Miércoles Santo, el Carmen Doloroso, es perfectamente posible a tenor de los itinerarios de las distintas cofradías que hacen estación de penitencia a la Catedral esos dos días. Queda el «colchón» del Sábado Santo, el día con menos cofradías en la calle, aunque a tenor de los movimientos, todo hace indicar que serán Lunes y Miércoles santos por los que se decante la junta superior.Carmen DolorosoAsí las cosas, la Hermandad del Carmen Doloroso tiene todas las «papeletas» para ingresar en la nómina del Miércoles Santo. Al ser la primera en pasar por la Carrera Oficial, no tendría problemas con la Lanzada, la más cercana a la cofradía de Omnium Sanctorum.Como se muestra en los gráficos superiores, el Carmen debería salir con tiempo suficiente -si tomase el itinerario propuesto por ABC-, para llegar a la plaza del Duque sobre las 16.30 horas y así no hacer esperar a La Sed, que a esa hora iría por Imagen y ya seguiría detrás del Carmen. Entrando a las 16.45 en Campana la corporación carmelita, no se alteraría el horario de las cofradías del día.Posteriormente, a la vuelta, y siguiendo el mismo itinerario que Los Javieres el Martes Santo, no se cruzaría con San Bernardo en la Alfalfa si llega a las 18 horas, ya que el palio de la Virgen del Refugio está en esta zona a las 17.30 horas. El otro escollo sería el Cristo de Burgos, que sale a las 19.30 horas, por lo que el Carmen debería pasar por esta plaza una media hora antes y dejar despejado el camino para la corporación de San Pedro.Cautivo del PolígonoPor lo que respecta al Cautivo del Polígono, buscaría ir a la Catedral por Luis Montoto -después de dejar su barrio- para adentrarse por Águilas y la Alfalfa y así no cooincidir con la Redención, que es la primera del día y con la que podría encontrarse.Para que eso no ocurra, el Cautivo debería estar por Javier Lasso de la Vega sobre las 16 horas. A esa misma hora, la corporación de la iglesia de Santiago iría discurriendo por Imagen y, al igual que en el caso del Lunes Santo, seguiría detrás del Cautivo. Con las demás cofradías del día no tiene el Polígono ningún escollo que solventar, por lo que el itinerario de vuelta lo puede hacer por donde mejor le convenga.Estas posibilidades apuntadas vienen a redundar en la idea de la junta superior del Consejo de Cofradías, acerca de la viabilidad de estas incorporaciones, algo que puede ser una realidad, caso del Carmen, este mismo año
.http://sevilla.abc.es/20070118/sevilla-sevilla/carmen-poligono-pablo-paso_200701180316.html

Las sombras de una ampliación22 enero de 2007
Edicion digital de Diario de Sevilla14:03 Carlos Navarro Antolín. SEVILLA.

El pleno de la noche de lunes encierra varias claves. Algunas de ellas han sido admitidas por el propio Consejo el día posterior a la celebración. Al sacar adelante la propuesta de admisión de dos nuevas cofradías en la nómina de la Semana Santa (el Carmen Doloroso y el Cautivo del Polígono de San Pablo) la institución cofradiera se anticipa a cualquier decisión que hubiera tomado el Arzobispado respecto al futuro modelo de la principal fiesta religiosa de la ciudad. El diseño de la Semana Santa queda así en manos de los hermanos mayores y no de la autoridad eclesiástica, que ahora, si cumple lo prometido públicamente, se debe limitar a dispensar del cumplimiento del precepto número 53 de las Normas Diocesanas de 1997, que restringe a 57 el número de cofradías que van a la Catedral.Esta teoría de la anticipación no es nada insustancial si se tiene en cuenta el gusto del Arzobispado por intervenir en materia cofradiera sin previo aviso, como refrenda el caso reciente de la Resurrección –en la que el presidente amagó con dimitir en plena cuaresma si la jerarquía eclesiástica no daba marcha atrás– o la imposición de la igualdad en las reglas de varias corporaciones, practicada por mensajero en el verano de 2000. “Tenemos que autogestionarnos todo lo que podamos en previsión de baculazos”. Las guerras de poder están de nuevo como telón de fondo.El expediente de la ampliación ha salido adelante. Efectivamente. Pero lejos de hacerlo por unanimidad o por la vía del consenso –que hubiera sido un requisito casi obligado en esta materia– lo ha hecho con una contestación muy considerable. Ampliar la Semana Santa con casi un 45 por ciento de hermanos mayores que, o bien han votado en contra, o bien no han apoyado la iniciativa, no es ni mucho menos el escenario soñado. En los 22 votos en contra de la incorporación de nuevas hermandades (el 33 por ciento del censo) se evidencian cuatro corrientes de opinión a tener muy en cuenta. Primero, los egoístas a los que sólo les inquieta que ninguna de las dos nuevas hermandades sea asignada a su jornada. Segundo, los puristas, defensores de que la Semana Santa debe quedarse tal como está. Son los enemigos declarados de cualquier cambio. Tercero, aquellos a los que, básicamente, no les gustan las dos cofradías propuestas, con una visión especialmente crítica con el Carmen Doloroso. Y cuarto, los defensores del agotamiento del actual modelo de Semana Santa, por falta de espacio y tiempo. Este diagnóstico no admitiría la incorporación de nuevas hermandades, sobre todo porque sus promotores recuerdan que las restantes siete hermandades de vísperas podrían tener algún día la misma aspiración.Si a este 33 por ciento de rechazo expreso de la ampliación se suman los siete votos en blanco y el sufragio nulo, se alcanza el 45 por ciento aludido. Quizás por este motivo, de forma interesada, el propio Consejo no explicó con claridad en los días previos al pleno si la reforma planteada requería de mayoría absoluta o de mayoría simple. Alguien debería haber expuesto que lo que necesitaba un cambio de estas características y de esta envergadura era consenso. Y, en ningún caso, la escenificación de tantas diferencias.La misma junta superior, que se considera legitimada para firmar convenios económicos que comprometen fuertemente las arcas del Consejo, bien podría haber movido los hilos necesarios durante el tiempo conveniente para que una reforma de este calado gozara de un altísimo grado de consenso. La herramienta de la que se ha debido hacer más uso es la gestión, que ha hecho tanta falta como ha sobrado la escenificación de tantas diferencias. Precedentes hay. Cuentan las crónicas que la Hermandad del Cerro del Águila fue acogida por unanimidad en 1989 y que especialmente cálida fue la bienvenida que le tributaron las hermandades del Martes.Si alguien duda de que esta reforma no es del suficiente calado como para exigir un alto consenso, o que se circunscribe a los intereses de los sectores exclusivamente capillitas, basta tener en cuenta la rápida reacción del gobierno de la ciudad para asumir como propios los valores de aperturismo e integración que se le suponen a esta iniciativa. Es una prueba de que el asunto trasciende más allá de las túnicas y los capirotes. Así lo expresó ayer el concejal de Presidencia, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE): “El gobierno de la ciudad se alegra por la acogida de estas dos hermandades en la Semana Santa, lo que nos parece un acierto. Es una satisfacción que la Semana Santa crezca por donde lo hacen los barrios de la ciudad. Particularmente –añadió– me alegra el caso del Polígono de San Pablo, como vecino que soy del barrio, que no deja de ser el centro geográfico de la ciudad”.La Semana Santa crece de nuevo, pero esta vez lo hace con un 45 por ciento que oscila entre el rechazo y la indiferencia.

El Lunes Santo se amotina
ABC de Sevilla Edición digital 21 de enero de 2007POR FERNANDO CARRASCO

Las Hermandades del Lunes Santo lo han dejado muy claro tanto a la junta superior del Consejo de Cofradías, como al Pleno de Hermanos Mayores que se celebró el pasado día 15: no están dispuestas a que se amplíe el número de cofradías esa jornada. ¿Por qué? Hay una serie de claves que son fundamentales para predecir que el Lunes Santo seguirá como hasta ahora, esto es, con ocho cofradías.El fondo sí, las formas no. Desde que se supo de la intención de la junta superior del Consejo de Cofradías de ampliar la nómina de hermandades en la Semana Santa, el Lunes Santo ha sido uno de los días, sin ser oficial, que ha entrado en las «quinielas». No hubo contactos, a nivel institucional, previos, pero varios de los hermanos mayores lo dejaron claro en el pleno: no están en desacuerdo con la ampliación -el fondo- pero sí con el proceder -las formas- en cuanto a los «tempos», esto es, a que no se ha informado con suficiente antelación.Temor al futuro. El Lunes Santo basa su «no» a que se incluya otra cofradía en su día en que, de ser el Polígono de San Pablo -corporación que parecía, a priori, abocada a ir esta jornada-, su incremento en cuanto a número de nazarenos a corto plazo -en dos años o tres podría ponerse en el millar-, supondría, finalmente, el retraso de las demás del día en el paso por Carrera Oficial.Negativa general. Es por ello que, salvo una de las corporaciones del Lunes Santo -cercana al Guadalquivir-, las demás han dicho ya que no a la incorporación de otra cofradía. Esta negativa la dejaron clara varios hermanos mayores del día en el pleno, caso de Santa Marta, San Gonzalo y Vera Cruz, mientras que los demás -salvo la reseñada- se les han unido de forma total y absoluta.Que conste en acta. Y para que no hubiese lugar a las dudas, uno de los hermanos mayores señaló en el pleno que se podía aprobar la incorporación, pero que para entrar en su día, el Lunes Santo, se debía contar con la mayoría de los hermanos mayores de la jornada. Como se ha dicho anteriormente, todos salvo uno están de acuerdo en rechazar esta incorporación. Es por eso que se pidió, en el pleno, que constase en acta que para que el Lunes Santo admita una nueva cofradía tiene que haber mayoría entre las hermandades del día. Blanco y en botella... por si las moscas.¿La última del día? ¿Y si la junta superior plantease al Lunes Santo que el Polígono de San Pablo entrase en último lugar en la Carrera Oficial? «Ya hay un hermano mayor que ha dicho que vota sin problemas que sí, y a éste le seguiríamos otros más» pero... ¿Cómo ordena el caos del centro de la ciudad la junta superior? ¿Aguantaría la gente de los palcos hasta la una de la madrugada para ver por la Plaza de San Francisco al Polígono? ¿A qué hora llegaría a su barrio? La del alba sería...Un año de «colchón». Teniendo solucionada la junta superior la incorporación del Carmen al Miércoles Santo -salvo debacle de última hora- le queda el consuelo de que tiene un año por delante para despejar la incógnita de la ubicación del Polígono de San Pablo. Por el momento se ha encontrado con un Lunes Santo amotinado y dispuesto a defender con uñas y dientes su postura. Huele a que el Sábado Santo va a entrar en liza antes de lo que muchos pensaban. Al menos, para paliar la situación con vistas a 2008. Luego, ya será otro cantar. Si es que no hay más motines...

http://sevilla.abc.es/20070121/sevilla-sevilla/cronicas-estiron_200701210259.html
PRIMER GOLPE ABC de Sevilla edición digital 21 de enero de 2007José Cretario

Al presidente y al vicepresidente se les empezó a descomponer la cara. Al hermano mayor del Carmen también. A pesar de la certera exposición de Manuel Román, la primera ronda de intervenciones del pleno del pasado lunes -cuestiones procedimentales, diatribas, dudas sobre qué tipo de mayoría se debía de emplear, «no es lo mismo el Polígono que El Carmen», peticiones de aplazar el debate- enmarañaron tanto el debate que los presagios no podían apuntar más hacia el negro; que el pleno se levantaría sin votación. En esas turbulencias, las palabras del hermano mayor del Buen Fin, Carlos Bourrelier, asegurando que todo estaba ya consensuado con el Miércoles Santo y que este pleno era solo de respaldo -una afirmación que yo pondría en cuarentena- terminaron de crispar los ánimos. Fue entonces cuando desde su asiento en voz alta las palabras de Juan Ruiz, hermano mayor de la Macarena -«o votamos ya o me voy»-, sirvieron como punto de inflexión para reconducir el debate.El de la Trinidad pide que se vote ya y la mesa consigue que tras el maremagnum se inicie el proceso de recogida de votos. El ambiente que pierde dureza aunque no tensión cuando se abre la urna; comienza un escrutinio de infarto con las opciones muy igualadas pero, de repente, una concatenación de papeletas afirmativas permite que se dispare el sí y que triunfe la propuesta de estirón que los presentes reciben con tímidos aplausos. El Consejo suspira. A los afectados se les nubla la vista; lo que se pretendía, se ha logrado. ¿Y qué se ha conseguido? Una apertura controlada de la Semana Santa que evita un modelo distinto al actual y que no deja puertas abiertas.A poco que se analicen los números de la votación, en la que el sí obtuvo una mayoría suficiente pero no abrumadora, se puede deducir que las cofradías aceptan este crecimiento pero con muchas reservas. El trabajo que le queda al Consejo a partir de ahora no tiene más remedio que tener en cuenta el espíritu del resultado si no quiere que las cañas se le vuelvan lanzas.La próxima reunión de la junta superior prevista para el 12 de febrero se va a adelantar. Se supone que para fijar los plazos. A las hermandades beneficiadas por esta determinación no cabe más que darle la enhorabuena; pero también deben entender que el esfuerzo de la Semana Santa por hacerles un hueco debe ser correspondido con otro esfuerzo por presentarse ante la ciudad homologadas con sus pares.Como dijo alguien al salir del pleno: «Ahora les toca a ellos demostrar que no nos hemos equivocado»